Estrellita tiene en su manos un poder súper especial.
Mientras que otros preparan en sus ollas y sartenes comida de delicatesen, ella cocina nubes de colores que llenan de alegría, a quienes las miran. Y es que Estrellita ha inventado una fórmula, para que la lluvia sea roja, azul o amarilla, y huela a pastel de vainilla.
Estrellita pasa mucho tiempo estudiando haciendo sumas y restas, y multiplicando al cuadrado.
Quiere que su invento tenga tanta fuerza, que llegue a todos los rincones de la Tierra.
Su lluvia hace cosquillas cuando te resbala por las mejillas y saltando sobre sus charcos decenas de arcoíris te dan un abrazo.
Pero Estrellita se esfuerza demasiado y lleva días que las cosas le salen mal todo el rato.
-¡Mis nubes ahora son grises y ya no huelen a rico pastel!, ¿Qué puedo hacer?,- se pregunta una y otra vez.
Os contaré un secreto: Estrellita se ha olvidado de jugar con sus amigas. Aunque no se da cuenta, las echa mucho de menos y por eso sus nubes ahora provocan truenos.
Un día movía con su cuchara una nueva receta, y de repente alguien tocó a la puerta. Cuando la abrió una gran sorpresa se llevó. Sus mejores amigas estaban allí, y le traían un arcoíris dibujado, tan grande, que casi no les cabía en los brazos.
-Te echamos mucho de menos, así que hemos pensado en crear juntas fórmulas de colores. Tú nos tendrás que enseñar, porque nosotras sólo las sabemos dibujar.
Cuando Estrellita abrazó muy fuerte a sus amigas, el líquido de la olla comenzó a burbujear y sus pompas volvieron a ser de colores.
Las tres amigas no se separaron jamás y entre inventos y juegos fueron creciendo, mientras que las nubes de colores llegaron a todos los rincones.
Estrellita consiguió su gran sueño y en su cuaderno de notas, ya estaba cocinando una nueva fórmula 🌈.
Comments