En esta entrada queremos hacer una pregunta muy directa a papás y a mamás, incluso a otros familiares que pasen mucho tiempo con los peques. ¿Tenéis libros en casa? ¿Les leéis a vuestros hijos e hijas? ¿Os ven leer?
Creo que una de las conexiones más bonitas que se pueden dar a lo largo del día, es cuando llega la hora de ir a la cama y cogemos un libro para leerlo juntos. Poner voces a los protagonistas, imaginar las aventuras que viven y recrearlas al leerlas en voz alta. Observar atentamente los detalles de las ilustraciones que llenan de colores y luz las páginas. Oler el suave aroma que desprenden las hojas al pasar. Ver como la curiosidad inunda sus inocentes miradas, responder a las dudas y preguntas que les surgen sobre lo que narra la historia, también es una forma muy bonita de aprender.
Ese rato juntos crea un vínculo tan profundo que ellos esperarán con impaciencia que llegue ese momento del día. Y es bastante probable que cuando sean mayores, recuerden aquellos instantes frente a un libro, y guarden como parte de su rutina esos minutos de lectura antes de dormir (en Pío-Pío lo hacemos).
Además se ha comprobado la cantidad de beneficiones que no solo tiene leer, sino también la lectura en voz alta. Yo misma, siendo ya adulta, hay ocasiones en las que emocionada por la historia, sin darme cuenta termino leyendo en voz alta.
También es beneficiosa la lectura compartida, de ahí el origen de este post. Leerle a otros, compartir el viaje que siempre supone abrir las páginas de un libro, dejarse llevar por las palabras y apartar la realidad por unos instantes... y justo ahí comienza la magia de la lectura.
Besos y mucha lectura.
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